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SALUD

14 de febrero de 2018

“Sin darme cuenta entendí la función que tiene un payaso en la sonrisa de un niño...”

Su nombre es María Daiana Andaluz, chascomunense de 29 años cuyo hobby es la fotografía y su pasión la “payamedicina”.
Semanario El Espejo quiso saber un poco más sobre la actividad. Daiana cuenta que disfruta de la sonrisa de los niños y que a veces la llaman “doctora”.

María Daiana Andaluz tiene 29 años, es de la ciudad de Chascomús, trabajó en un comercio de ropa, tiene como hobby la fotografía, dos hijos, y además de todo lo mencionado, trata de hacerse un tiempo dentro de su agitada vida, para llevarle alegría a los niños y no tan niños, que están pasando por un mal momento dentro del hospital. Daiana pretende que se conozca su trabajo no sólo para que vean lo que con poco se logra en un niño sino para contagiar esta pasión que consiste en, mediante juegos, disfraces con muchos colores y sobretodo imaginación, alegrar el corazón de los más pequeños.

¿Cuál fue tu incentivo para comenzar a practicar de la Payamedicina?
Una de las primeras cosas que me motivó a participar de payamédicos (payamedicina) y todo lo que tiene que ver con la función que cumple el payaso de hospital, fue empezar a animar cumpleaños y fiestas infantiles con mi novio, disfrazados, el cómo papafrita y yo como chalupa. De esta forma y sin darme cuenta empecé a entender la función que tiene un personaje como el payaso en la sonrisa de un niño, comencé  a experimentar sensaciones hermosas que quizás antes no había tenido principalmente jugar a ser un niño más, dejarme ser, valorar y disfrutar cada momento sonriendo.
Fue así como me entero de los talleres que se estaban dando en la ciudad y arranque con mucha ilusión y expectativa.
Ahí aprendí a soltar mi “niño interior”, jugar sin límites y conectando con mis compañeros, mediante técnicas teatrales y juegos lúdicos.
A los pocos meses me cuentan de la existencia  de cursos  oficiales de payamédicos en la ciudad de la plata y mi ilusión se volvió a acrecentar, ya que lo último que había escuchado era que solo se brindaba en capital federal. 
De esta manera  tuve que movilizarme bastante para lograr poder asistir, ya que se dictaba  días de semana, en los cuales por motivos laborales se me iba a hacer imposible por trabajar en un comercio por lo que tuve que insistir en cambiar horarios  para poder viajar y así cumplir uno de mis sueños. 
Fue así como se lo plantee a mi jefe que accedió y comencé  otra aventura aún mayor. 

¿En qué consistía el curso?
El curso constaba de 3 instancias muy importantes. La primera relacionada con la payateatralidad  (muy similar a las actividades realizadas con clown: payaso teatral). Esto seguido por la payamedicina propiamente dicha (donde se estudia el rol del payaso dentro de un hospital con los cuidados y recaudos médicos  que debe tener), y por último un examen final que conjugaba varios aspectos, donde se pone en práctica lo aprendido y donde cada uno diseña su propio vestuario  (el cual debe ser aprobado por los profesores y director de la onda José Pelluchi, (fundador de payamedicos), en base a las pautas muy estrictas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de elegir colores, formas, etcétera.
Logre cursar gran parte del mismo con toda la felicidad del mundo ya que finalizando el curso, en ese entones estaba  embarazada de mi segunda hija (hoy tiene 1 año y 8 meses).
La parte final se postergó un tiempo, ya que con el embarazo avanzado, tuve algunas complicaciones para intervenir  en el hospital de niños en la plata.
Llegó el día de la entrega de diplomas me acompaña mi hijo mayor y mi pareja y mi hija que estaba a meses de nacer...

¿Qué pasó después de la entrega de diplomas?
Por una cuestión, médica no pude acercarme a los hospitales por un tiempo, pero siempre me mantuve en contacto con mis compañeros que me tienen al tanto de todas las novedades. También tenemos un grupo donde compartimos noticias, intervenciones  y demás. 
Es así como todo esto hizo que fuera alimentando mí deseo de algún día (a no muy largo plazo) poder presentar un proyecto de payamedico en el hospital de mi ciudad. 

Nota completa en la edición impresa de Semanario El Espejo del miércoles 14 de febrero de 2018

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