El agua de lluvia inundó el espacio que ocupan los animales que la asociación Patas Sucias atiende en ese lugar, y puso así en evidencia la precariedad de una construcción que no condice con lo previsto por la ordenanza municipal que le dio origen al proyecto, necesario para poder albergar a algunos de los perros que esta entidad asiste en nuestra ciudad.
“Mirando las fotos que la gente ha puesto en Facebook da una tristeza muy grande porque esa fue una obra que se licitó por 52 mil pesos y que nosotros veníamos advirtiendo que no era la obra que estaba autorizada a hacer por  la ordenanza”, explicó el Concejal Diego Laborde, la pasada semana. 
Como autor de la iniciativa en el deliberativo, Laborde dio cuenta del surgimiento del proyecto que tomó en su momento las indicaciones de las instituciones que protegen a los animales en situación de vulnerabilidad. “Esas canileras tenían que tener piso de cemento, una caída para poder ser limpiadas todos los días por un sistema de mangueras, con agua, debían tener construcción de material hasta cierta altura porque sabemos que los perros escarban y demás. Un parámetro de obra que viendo todo lo que se hizo es solamente un lugar para retención de animales con un alambrado. Eso no tiene higienización, ni miras de esterilización como  programaba la ordenanza, ni nada de eso”, destacó el edil.
En especial la cuestión apunta a remarcar el alto costo que la construcción de los caniles le significó al municipio – 52 mil pesos -, algo que no se ve reflejado en la precariedad que este espacio presenta y mucho menos en días en los que la lluvia dejó en evidencia cuestiones quizá imprevistas al tiempo de su construcción: los niveles y desagües. Si pensamos en un sitio idóneo para albergar y dar protección a los perros, seguramente estos caniles estarían por fuera de las opciones posibles.

Trabajar en conjunto por el bien de los animales 

Desde la Asociación civil Patas Sucias también advierten sobre la necesidad de corregir las falencias del espacio físico para que, en definitiva, se cumpla el objetivo inicial: proteger a los perros y albergarlos en un sitio en buenas condiciones.
“Esos caniles fueron creados por el municipio, y nosotros terminamos llevando animalesque encontrábamos porque no teníamos un espacio propio”, mencionó Pamela Marruedo, presidenta de la asociación, en declaraciones radiales.
“Desde octubre del año pasado venimos teniendo entrevistas con el veterinario, en alguna oportunidad con Pablo Moretti, y la última persona que nos entrevistó desde el municipio fue María Eugenia Pisani; siempre tratando de llegar al intendente lo que nunca pudimos concretar. Este año a través de una llamada telefónica se puso en contacto con nosotros y se ofreció a darnos un subsidio para pagarle a una persona”. 
La protectora necesita ayuda de todo tipo pero sobretodo de gente que adopte y se acerque a colaborar. Sus integrantes siempre han compartido con la comunidad la preocupación sobre 
todos los perjuicios que se originan cuando un perro está en situación de calle, abandonado a su suerte, tanto para él como para las personas y la propiedad.
“Pedimos a todas aquellas personas que quieran hacer algo por los animales que se acerquen a Pamela Marruedo, Lili Sabarots, Amalia Granados, Sole Travieso, Karina Lombardo, Estela Pardini, Carola Borges. Necesitamos colaboración pero sobretodorecurso humano, familias que puedan adoptar y dar amor y contención a un perro”, destacó la presidenta de Patas Sucias.
Entre los múltiples arreglos que hay que hacer en los caniles se mencionó: desagües, sistema de canaletas, renovar las cuchas y reformar todos los tejidos. Además la entidad plantea la necesidad de contar con atención veterinaria desde el municipio porque cada vacuna o castración sale de la cuota de socios y de la buena predisposición de algunos veterinarios de Lezama que colaboran con la entidad reduciendo sus honorarios.

Laborde:

“Lo que los concejales plantean en una ordenanza es la ley del municipio, no podemos hacer las cosas a medias”

El concejal de la oposición Diego Laborde manifestó que: “Este era un punto donde podríamos haber sido un ejemplo para la zona, para la región, haber dado el puntapié inicial con el tema del cuidado de los animales. Pero viendo las fotos, y pensando en que la ordenanza fue aprobada el 9 de marzo de 2012, dos años y pico después, ver esto te da pena”
Destacó además la labor de la asociación civil frente a una problemática que requiere atención permanente. Pero, en especial, asoció esta cuestión a otras donde el cumplimiento total de una ordenanza no logra hacerse realidad. 
“El año pasado ya nosotros advertíamos que no era lo que habíamos planteado y no era lo aprobado en la ordenanza” –dijo-. “Tenemos que aprender que lo que los concejales plantean y elaboran en una ordenanza es la ley del municipio, nosotros no podemos hacer las cosas a medias. ¿Todo a medias vamos a hacer? Hay cuestiones que van más allá de oficialismo y oposición, las ordenanzas son para cumplirlas en su totalidad, es lo que corresponde. Lo que nosotros recibimos de dieta lo paga la gente de Lezama, pero además queremos que lo que decidimos se cumpla.”