Ser parte de la historia tiene como beneficio saber cómo fueron las cosas, que nadie te las cuente, haberlas vivido, ser uno de los protagonistas, estar allí.
Voy a obviar la primera parte, no porque no haya sido importante, sino por razones de espacio.
Cuando todo parecía ir viento a favor, allá por el año 2009, cuando éramos uno para todos y todos para uno. Llegó el 12 de octubre y nos embroncamos de tal manera, que nos juramos luchar hasta el final ¿O no era emocionante cantar “¡Oh juremos con gloria morir!”?
¿Te acordás cuando los viernes venían a Lezama los micros cargados de policías? Para nosotros era un orgullo que nos presten tanta atención, que por fin se dieran cuenta que estábamos enojados de verdad.
¿Y los domingos en la ruta? ¿Cuánta gente merecería estar en una placa por tomarse esas citas con tanta responsabilidad? Si a veces eran 20 ó 30… ¿O vos no estabas con el ánimo por el suelo y porque los veías a ellos ibas a acompañarlos? ¿Y para qué iban? Si nadie les decía nada, si la Comisión de Autonomía estaba tan golpeada por lo que pasó el 12 de Agosto que no reaccionaba. Pero ellos igual llegaban a la Parroquia, lo esperaban al Padre Juan Carlos y caminaban hasta la intersección de la Autovía con el Boulevard Libres del Sur. ¿Qué hacían ahí? Aplaudían, cantaban, saludaban a los turistas, agitaban banderas y demostraban a los demás que “La única lucha que se pierde, es la que se abandona”.
¡Qué bueno haber vivido la historia!
¡Cómo podríamos olvidarnos de las asambleas que se hacían en los clubes! Las discusiones, las estrategias que se ponían a consideración para hacer líos grandes, que llamaran la atención a los gobernantes.
¿Te acordás que en Chascomús querían hacer lo mismo? Pero el ciudadano común estaba en otra historia, no le importaba Lezama, ni la autonomía ni nada.
¿Y las caminatas por la ruta hasta el cementerio? ¿Cuántos éramos? ¿Cuántos miles éramos? ¿Por cuántos canales de televisión salimos? “Sin autonomía no hay verano por la ruta 2” ¿Te acordás de esa amenaza hecha letrero?
Si cuando leas esto la emoción te recorre el cuerpo es porque estuviste ahí y fuiste parte de la historia.
¿Y el 22 de Diciembre? ¿Quién no estuvo en la plaza escuchando la radio local? Sí, claro, los que estuvieron en La Plata. ¿Y cuándo los votos nos alcanzaron y sobraron? ¿A quién abrazaste? ¡Fueron tantos qué ni te acordás! 
¿Te acordás cuando llegó la caravana? ¡Qué fiesta! ¡Lo logramos! ¡Lo hicimos! ¿Lloraste? ¡Claro que sí! ¡Cómo no llorar!
El 22 de Diciembre se cumplirán 7 años del final de una lucha que unió a todo un pueblo. Un pueblo que se hizo fuerte y peleó codo a codo, “Unidos hasta separarnos”. Entonces vaya mi agradecimiento a toda la gente de Lezama por una lucha cuyo fin seguramente en el cielo a muchos les dibujó una sonrisa.