Si algo caracterizó a la Gestión Harispe desde sus comienzos, no fueron las obras de infraestructura, el planeamiento en salud, la inversión en desarrollo social, la puesta del municipio en un lugar destacado en la región por sus avances e iniciativas. No. Lo que caracterizó a la gestión de Harispe desde el primer día de gobierno fue la persecusión a los trabajadores.
Conocido ya es por toda la comunidad, que hubo un hostigamiento real y Persecución Política a empleados que no comulgaban con su misma ideología política.
Fue tal el maltrato y el acoso, que muchos de ellos renunciaron a sus cargos porque no soportaban desarrollar sus tareas en un ambiente de esta naturaleza. Tal es el caso, por nombrar solo algunos, de quien fuera Encargado de Defensa Civil (área que disolvieron) y el Director del área de informática (un ingeniero en sistemas).
Más de 30 empleados dejaron sus puestos laborales tras sufrir estos atropellos cotidianos.
Otros, supieron resistir, y por necesidad, continuaron en el municipio. 
La gestión Harispe supo llevar adelante el maltrato de diferentes formas: cambiando de destino laboral sin explicaciones, no una, sino varias veces; cambiando cerraduras de oficinas y dejando afuera a los empleados; obligándolos a irse a sus hogares sin argumento alguno; suspendiéndolos, descontándoles porcentajes de sus magros sueldos.
Lamentablemente, esta forma de gobernar continúa. Evidentemente, en consonancia con las políticas ejercidas por el Presidente Macri, quien considera a los Trabajadores como insumos necesarios para producir, y no como Personas, no como Seres Humanos.
En la era Harispe, los trabajadores del Área de Servicios no pueden aceptar un mate o vaso de agua que les ofrece generosamente un vecino. No pueden, en seis horas laborales continuadas, tener necesidades fisiológicas.
Es decir, si toman agua o van al baño (tan natural como eso), son sancionados.
Esto ha pasado en los últimos días con cuatro empleados/as del área de servicios. Se los ha suspendido de sus tareas, con el consecuente descuento en sus haberes y pérdida del presentismo. 
En un sueldo de 5.200 pesos (sueldo municipal), esto significa una quita de $ 1.250. No le quitan algo que le sobra, le quitan un plato de comida, porque el sueldo no les alcanza ni para comer. 
Además, los empleados/as sufren el acoso y la persecución permanente, a través de un control obsesivo y un hostigamiento claro, por parte de quienes Harispe, puso a cargo de esa tarea.
Los trabajadores acuden a diario a cumplir con la jornada laboral, con miedo, con intranquilidad, con incertidumbre. Las amenazas de sanciones, son moneda corriente. Y las suspensiones, otro tanto.
Nos preguntamos: ¿El capatáz del área de servicios, el Jefe de Personal o el mismo Intendente Harispe, durante toda la jornada laboral, no toman un mate o un café? ¿No tienen necesidad de ir a los sanitarios?
¿Qué un/a barredero/a vaya al baño durante el desarrollo de su tarea (y estando los baños del Corralón Municipal clausurados) es delito?
Autoritarismo, una vez más.
Es vergonzoso que los trabajadores más vulnerables del Municipio se sientan maltratados y perseguidos de esta manera. 
¿Dónde están los que en campaña electoral y desde el Concejo Deliberante, se llenaban (y llenan) la boca defendiendo y ponderando a la “familia municipal”?
¿Desconocen Harispe y sus colaboradores, que todos los Trabajadores merecen Respeto? Todos los trabajadores merecen desarrollar sus labores en ambientes que los estimulen, con jefes que los incentiven a mejorar su desempeño, no que los hostiguen y asedien en forma permanente.
Esta es una muestra más, que este gobierno municipal, se hace el Fuerte con los más Débiles, pero es Débil ante los más Fuertes, como cuando vetó la ordenanza aprobada por unanimidad para complacer a una empresa. 
Basta de autoritarismo. basta de persecución. Reconocimiento y Dignidad para los trabajadores de Lezama. 
Concejales FPV 
Lorena Silva
Juan Landa