Esto que no pasa, nos pasa a todos. Cada mujer, niña o adolescente que es ultrajada o asesinada refleja una cuestión social, cultural, pero sobre todo institucional y jurídica que funciona mal o directamente no existe.
Cada mujer que muere se convierte en un símbolo, en un caso más que abona las elevadas cifras en un país donde el feminicidio ha crecido y revela la inoperancia de la justicia y la policía tanto para proteger a mujeres en riesgo como para  castigar a los asesinos que dieron ese cruel final a sus historias. Un patriarcado de fatales ribetes parentales y sociales.
Distintos sectores vinculados a la Lucha Contra la Violencia de Género, Organismos de Derechos Humanos, Organizaciones Sociales, y diversos actores  de la comunidad argentina, convocan para mañana,  miércoles 3 de Junio a las 17 hs al Congreso de la Nación, para reclamar la plena aplicación de la Ley N° 26.485, de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
La consigna #Ni una menos ha trascendido todos los límites de las redes sociales, logrando adhesiones masivas de organismos, funcionarios y ciudadanos a lo largo y ancho del país. Se reclamará además por un Plan Nacional Integral para fortalecer la mirada de género y para prevenir, asistir y erradicar la violencia contra las mujeres, que se plasme en dispositivos que fortalezcan la prevención y atención adecuada de las violencias. Porque morir a manos de un hombre – novio, esposo, padre, hermano, etc.- se convierte en el fatal último eslabón de una serie de estadíos que pasan por la violencia psicológica, patrimonial, simbólica, física y sexual contra las mujeres.
Cada 30 horas una mujer es asesinada. A ese crimen se le agregan la cantidad de huérfanos que en ese mismo lapso pierden el vínculo más importante que un niño debe tener sobre todo en los primeros años de su vida: la madre.
“Ni una menos” es la decisión de un grupo de mujeres que hartas de divulgar desde su oficio de periodistas estas noticias como si fueran los resultados de un partido de fútbol dijeron “hagamos algo”. Los periodistas somos ciudadanos como cualquiera, no podemos castigar, no somos como en algún momento se quiso hacer creer el cuarto poder, no tenemos la atribución de impartir justicia ni castigar a los culpables. 
Sin embargo, nuestra herramienta fundamental – la palabra- puede lograr que una iniciativa, apenas tres granitos de arena, se conviertan en millones. Ni una menos debe ser el grito de todos, no es una iniciativa feminista, es la denuncia de un pueblo que se debe comprometer a dar cuenta de esto en los espacios cotidianos. Hacer mucho hincapié en la transmisión de patrones de convivencia y respeto a los más chicos para poder dar vuelta esta página y lograr que podamos decir que aprendimos, que no miramos para el costado, que este 3 de junio marcó un antes y un después para los argentinos.