A ocho meses del fatal accidente en el que Agustina (17) murió en el acto y Yeni (19) quedó con lesiones que días más tarde desencadenaron su fallecimiento, sus familiares quisieron recordarlas con una marcha que además de solicitar justicia tiene la intención de que todos tomemos conciencia sobre la responsabilidad de quienes conducen, que no deben hacerlo si tomaron bebidas alcohólicas, ni cometer imprudencias al volante.
El recorrido de la marcha se inició en la Parroquia Cristo Rey, y continuó por Saénz Peña, Avenida San Martín, calle Cobo hasta Hipólito Yrigoyen, Libertad y retomó Presidente Perón para llegar nuevamente a la parroquia, donde se ofició misa en memoria de ambas. No hubo oradores ni discursos, sólo una pancarta con la leyenda "Justicia por Agustina y Yeni" sostenida por Matilde Berrueta, mamá de Agustina, y Alberto Vos, padre de Yenifer.
No se registró presencia de funcionarios municipales ni referentes institucionales en la marcha.

En diálogo exclusivo con Semanario El Espejo, único medio que cubrió el recorrido de la manifestación, Matilde y Alberto se emocionaron al recordar a sus hijas, que compartían una amistad y perdieron la vida a causa del mismo hecho trágico.
“Nosotros queremos que los chicos tomen conciencia de lo que se puede provocar cuando salen a la ruta, que no deben  tomar, que uno cuando sube a un auto sepa con quien sube, que no lo haga con un irresponsable que ande como loco”, enfatizó la mamá de Agustina. “Hay que concientizar a  la gente. Si sos un hombre grande, de 27 años, tenes que ser consciente de que si llevás menores de edad tenés que cuidarlos. Lamentablemente mi hija murió en el acto. Mi dolor más grande es no poder haberme despedido de mi hija, no poder reconocer su cuerpo, eso lo tengo muy marcado. Queremos justicia para que los chicos tomen conciencia, que se terminen las malditas previas, que haya responsabilidad en los mayores que conduzcan.”
Alberto Vos también fue partidario de destacar los cambios de conducta en el tránsito en pos de la preservación de la vida de todas las personas y de los jóvenes en particular. “Hemos perdido muchos chicos y por eso hacemos la marcha, para que tomen conciencia también los papás que todavía tienen sus hijos” -reflexionó-. “Yo he perdido una hija y he tenido la suerte de no perder otro hijo en Europa, también en un accidente de moto muy grande, fue un milagro el que lo salvó. Si no estaría penando por dos hijos en este momento”.

* Nota completa en la edición impresa de Semanario El Espejo del martes 13 de enero de 2015