En el marco del proyecto “No es para mal de ninguno, sino para el bien de todos”, que llevan a cabo docentes y alumnos de la Escuela Secundaria N° 1 con la adhesión del sindicato de trabajadores rurales de Lezama, se llevó a cabo una interesante charla el pasado viernes por la noche, en el establecimiento educativo. El encuentro contó con mucha participación de vecinos de nuestra localidad y la zona, relacionados o no al sector rural. Entre ellos estudiantes de las carreras de Enfermería y Seguridad e Higiene, productores y empleados rurales, profesionales, docentes y alumnos.
“La gente se interesó mucho por el tema y hemos respondido a varias inquietudes” mencionó a El Espejo la Dra. Marcela Petrillo, responsable del Área de Riesgos Laborales  de la Comisión de Higiene y Seguridad del ICE – Instituto de Capacitación y Empleo- de OSPRERA, la obra social del personal rural. Junto al Ingeniero Agrónomo Ignacio Salum recorren el país concientizando sobre la importancia de la seguridad en el trabajo, tanto en beneficio del trabajador rural como de su familia y el entorno de la comunidad.
“Nosotros venimos haciendo este trabajo hace tiempo junto a otra gente que tiene el equipo también, porque nuestro país es muy extenso y entonces debemos dividirnos las localidades”, comentan. La delegación local de la UATRE los convocó para lograr la concientización sobre un tema que preocupa –agroquímicos- por los altos costos para la salud de la comunidad que comprende su uso incorrecto. En diálogo con este semanario se explayaron acerca de los principales riesgos a los que se exponen las personas cuando manipulan o toman contacto con las sustancias tóxicas.

¿Dentro de la diversidad de las situaciones laborales que hay el uso de agroquímicos es un tema recurrente?
Sí, según la actividad de la provincia a la que vamos es el tipo de riesgo que abarcamos. Pero el riesgo de agroquímicos es transversal a todas las actividades, eso lo damos siempre. Hemos recorrido toda la provincia de Buenos Aires concientizando sobre el peligro del mal uso de agroquímicos. 

¿Hay mucho desconocimiento o  desinformación por parte de la gente?
En general hay desinformación al respecto, pero en estos 15 años que venimos trabajando nos hemos dado cuenta de los cambios positivos que se producen y de cómo se logra modificar actitudes y formas de trabajar. Es decir que esto logra  generar cambios positivos.

Hay que “machacar” como se dice sobre lo mismo a veces…
Claro, hay lugares a los que hemos tenido que volver tres o cuatro veces pero se logró el cambio en cuanto a la forma de trabajo. Personas, por ejemplo, que antes hacían su trabajo sin ningún tipo de protección ahora ya lo realizan en forma segura.

¿Por qué la población suele ser reticente al cambio?
Porque vienen de generaciones haciendo el mismo trabajo, de igual manera, y entonces dicen “a mi papá no le pasó nada, a mi abuelo tampoco… ¿por qué me va a pasar a mí?”. Cambiemos y pensemos por qué no me va a pasar a mí.  Todos tenemos algún conocido que ha tenido algún accidente o enfermedad profesional. Lo principal es cuidarnos, cuidar la salud y trabajar en forma segura, realizar las mismas tareas pero de forma segura. 
  
¿Qué otros temas suelen aparecer en las charlas cuando ustedes plantean los peligros?
Como ponemos fotos el trabajador se siente rápidamente identificado y entonces participa, se anima a opinar y como tienen mucha experiencia se dan cuenta de cómo están encarando la tarea, toman conciencia y cambian sus hábitos. A veces no logramos nada pero otras veces sí.

¿Cuáles son los principales peligros del mal uso de los agroquímicos?
Las problemáticas más comunes son las intoxicaciones agudas, que te dejan sin poder trabajar y te sacan del mercado laboral por contaminación. Después enfermedades respiratorias, problemas de piel, también se sospecha que hay una alta incidencia del mal uso de los agroquímicos en el desarrollo del cáncer. Las continuas inhalaciones producen enfermedades respiratorias severas, algunos no lo notan a tiempo y terminan fuera del mercado laboral, no pueden fumigar nunca más.
 
¿Qué respaldo tiene de parte de las ART un trabajador que está en esas condiciones?
Las ART hacen cumplir la ley y obligan a cada trabajador a usar y a cada productor a proveer de los elementos de seguridad correspondientes. Ese es el marco legal a través del cual se previenen los accidentes y enfermedades profesionales. Si no hay seguridad en el trabajo se actúa legalmente porque el empleado sufre un accidente por carecer de cuidados. Hay que demostrarlo y sancionar como corresponde.

El empleado rural es en general un trabajador solitario, ¿cuesta acercarlo al sindicato y a las charlas preventivas?
Exactamente…Pero en la actualidad, con  la globalización y los medios de comunicación que tenemos, tiene un acceso propio a los temas y está más informado que antes, y toma conciencia. Es un trabajo de hormiga lo que se viene haciendo, desde hace años. Nuestros dirigentes todos fueron trabajadores rurales, por eso conocen los riegos pero en ese momento no fueron informados, por eso quieren que no les pase lo mismo a los trabajadores de hoy en día. 

¿Qué le dirían al empleado que debe utilizar estas sustancias?
Mi consejo de siempre es realicemos las tareas pero en forma segura. Podemos fumigar, aplicar productos, siempre y cuando no sean prohibidos por la ley, y protegiéndome a mí –como trabajador- a mi familia y al medio ambiente. Todos tienen su rol, hay que asumir un compromiso y tratar de cuidarnos entre todos. Si no nos cuidamos nosotros nadie nos va a cuidar.