¿Nos contás como llegaste a Lezama y desde que año estás al frente de la biblioteca?
Llegué en el año 1986, trabajé en la Clínica Racciatti hasta que cerró. Empecé en la entonces Biblioteca José Ingenieros en Agosto de 1990.

¿Cuáles son los cambios más significativos en todos estos años?
En 27 años, que son los que llevo trabajando en la Biblioteca, los cambios fueron muchos. 
De contar con cerca de 1300 libros actualmente se cuentan con más de 18.000 libros, además de otros materiales (DVD, Videos, Hemeroteca - clasificados en carpetas temáticas, cercanas a las 1200)
Recuerdo que la primera semana atendí a 3 personas, dos estudiantes y una lectora a retirar una novela para leer. El estudiante de secundario, llevó a clase de historia un cuestionario con todas las respuestas y así corriendo de boca en boca que había alguien nuevo en la Biblioteca, aumentó la concurrencia a la misma, en su mayoría estudiantes de primaria y secundaria, y lectores en general, por mucho tiempo se atendieron casi 200 personas por día. Todo el material que había era en aquel entonces soporte papel.
En el año 1995 la Biblioteca fue la primera Institución de Lezama que adquirió una fotocopiadora, al año siguiente, varias instituciones de Lezama tenían la suya, sobre todo las educativas.
El salón único que había en aquello tiempos, ya quedaba chico, así que una meta a mediano plazo fue agrandar la Biblioteca 60 metros cuadrados más, para eso colaboró cuanto habitante había entoces en Lezama.
Para reunir fondos la Biblioteca junto durante 3 años material reciclable (papel, cartón, vidrio, aluminio), con lo recaudado se pagó íntegramente los materiales para la ampliación. Corría el año 2000.
Ya desde entonces grupos de niños eran colaboradores constantes en la Biblioteca, ayudaban a ubicar libros, armaban estanterías, hacían paquetes con el material para vender.
En el año 1994 se recibieron de la CONABIP la donación de 3 computadoras, que se pusieron al servicio de los lectores. En un principio sin Internet y luego se agregó este servicio.

¿Sentís que sos un referente de chicos y grandes en materia de lectura?
No se si soy un referente para los lectores en general, si creo que quien concurre a la biblioteca sabe que se hace todo lo posible para que hallen lo que buscan. Una de mis frases preferidas es “No hay problema, sino hay igual te lo conseguimos”.

¿Se siente la llegada de la tecnología? Porque a pesar de todo los libros se siguen editando
La tecnología es hoy lo que en su tiempo fue la invención de la imprenta, el acceso más fácil a todo tipo de información, ya sea para estudio o recreación.
Vivimos en una sociedad en que el tiempo no corre sino que vuela, además que hoy día la nuestra es una sociedad que se identifica mucho más con lo visual que con solo texto. Todo tiene sus pros y sus contras.
Internet a través de sus buscadores hace mucho más veloz la búsqueda que de no existir haría más lenta la misma, eso es lo que yo llamaría pro, pero a su vez también contra porque no se investiga mucho, se tiende más a copiar y pegar trabajos ya hechos.
De seguir esta tendencia, se está perdiendo el que el individuo vaya a las fuentes mismas y consuma lo ya “digerido” y se esté trabajando con criterios elaborados por otros, no en todos los casos, pero si en la mayoría.
Otro pro es que se puede disponer de textos que muchas veces son onerosos para adquirir, haciendo de esta manera la mayor accesibilidad del lector al libro.

Si esos son los “pro” ¿Cuáles serían los “contra”?
Muchas personas no saben investigar en Internet, hay atajos que hacen que la búsqueda sea más efectiva y precisa, y es menester que para que la búsqueda de la información sea óptima se tiene que tener un mínimo de conocimiento sobre el tema que se busca.
A mi entender, y al de muchos bibliotecarios, Internet es necesario pero no reemplaza de ninguna manera al material en soporte papel.

Si tuvieras que marcar una diferencia entre leer un libro y hacerlo a través de una pantalla ¿cuál sería? 
He leído libros a través de una pantalla porque me era imposible adquirirlo y confieso que quedé bizca, no estoy acostumbrada y personalmente no me gusta. Me encanta el olor a papel, ver las imágenes impresas, el colocar señaladores en los libros, el prestar y que me presten, el hacer anotaciones al margen en mis libros.
Esta nueva generación ve con buenos ojos la tecnología, incluso hoy en día en una Book se pueden almacenar cerca (como mínimo) de 200 libros, lo que es más práctico, aunque en lo personal no comparto la lectura como algo práctico sino como placer puro. 
Quienes trabajamos en una bilbioteca somos “hedonistas del papel”.

¿Los chicos van creciendo en otro mundo? ¿Van perdiendo la costumbre de la lectura?
No creo eso, es una falacia. Se sigue leyendo solo que con un soporte distinto, llamamos soporte al tipo de material en que está plasmada la información, la lectura. Ahora en gran parte el material es tecnológico, pero sigue estando la costumbre de leer. Cambian las temáticas, los gustos por los temas. Actualmente por ejemplo existen un gran grupo de chicos que están interesados en el arte culinario, sobre todo varones. Libros de autoayuda, novelistas que son eternos, Sheldon, Steel, clásicos. Deportes, sobre todo fútbol en cuentos, novelas son temas repetitivos a través de los años. 
Cuando un lector descubre algo que le gusta, el mismo es quien recomienda el mismo, y así va pasando de lector a lector.

NOTA COMPLETA EN LA EDICION IMPRESA DE SEMANARIO EL ESPEJO DEL MARTES 12 DE JULIO DE 2016