Uno hace cosas todos los días, pero recibe premios sólo por aquellas que son reconocidas por lo demás como especiales, dignas de ser destacadas y compartidas. Algo así ocurrió con el trabajo de aula que la Profesora Dora Marcelino realizó con sus alumnos del turno vespertino de la Escuela Secundaria N° 1 de Lezama. Dos de los microrrelatos que se escribieron trascendieron el aula y hoy forman parte de un libro que editó el Ministerio de Educación bonaerense y lleva por título Relatos breves de un pasado pesado.
El libro nació durante el pasado año, a partir de la convocatoria lanzada por la Dirección General de Cultura y Educación -por medio de las direcciones de Educación Secundaria,  Técnica, Adultos, Especial, Artística y el Programa Derechos Humanos, Memoria y Educación- a participar del Concurso de Microrrelatos sobre la última dictadura cívico militar con motivo de conmemorarse el 24 de marzo el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. La convocatoria tuvo un significativo nivel de participación, considerando la complejidad del tema y lo inusual del formato de producción escrito que se propuso.

El origen de las historias breves

“En 2013, desde el Ministerio de Educación, nos mandaron la invitación para participar de Relatos breves de un pasado pesado. Junto con la bibliotecaria Emilce Rodríguez lo trabajamos en conjunto mucho tiempo, los chicos escribieron distintos textos y enviamos los microrrelatos, que es una nueva forma de escribir muy breve,  concisa y tiene que dejar dicho algo así que no es una tarea simple”.
La profesora Dora Marcelino sostiene con orgullo uno de los ejemplares de la compilación donde aparecen los autores locales. Las tareas del aula han significado esta vez un premio extra, el reconocimiento de las autoridades de la cartera de educación en un acto que distinguió a los alumnos, en especial, por la calidad de sus trabajos.

¿Quiénes participaron de la consigna?
Todos los chicos del turno vespertino que son los que yo tengo a cargo escribieron,  enviaron los relatos que eran arriba de 30 y dos salieron ganadores que son los de Celeste Behotegui y Augusto Rotaeche.

¿Había un tema que direccionaba esos microrrelatos?
Sí, todo lo que significó  la última dictadura cívico militar, Malvinas y dictadura,  y lo relacionado a los 30 años de democracia, o sea que eran muchas las temáticas que surgían.

¿Qué características tiene un micro relato?
Lo que se pedía era que lo textos no tenían que contar con más de 100 palabras, dejar un mensaje muy conciso y abierto que pudiera llevarnos a una situación o imagen.

¿Cómo lo trabajaron en las clases?
Los alumnos estaban en quinto año en ese momento ahora ya egresan, y la materia era Literatura, igualmente lo trabajé en todas los espacios, lo que es Prácticas del Lenguaje que son los más chicos, y con los de ciclo superior en Literatura, pero todos trabajaron. Con Emilce les mostramos mucho material a los alumnos, hablamos sobre la dictadura, vieron la película La Noche de los Lápices y después comenzamos a escribir varios textos hasta que llegaron a cumplir con los requisitos del microrrelato.

¿Qué respuesta hubo de parte de los alumnos?
En realidad fue mucho más contado, los textos se armaron en base a eso. Yo les pedí que escriban algo y ellos lo hicieron, algunos escriben en la casa también, y hubo muchos textos buenos pero no todos resultaron ganadores. Quizás porque no lograban alcanzar las características de microrrelato y se iban a casi un cuento. 

Nota completa en la edición impresa de SEMANARIO EL ESPEJO del martes 4 de noviembre de 2014