La semana pasada, el jueves  para ser más exactos, comenzaron las Sesiones Ordinarias en el Honorable Concejo Deliberante de nuestro Distrito. Laura López hizo uso del sistema de Banca Abierta mediante el cual todoslos ciudadanos pueden expresarse ante los concejales locales y además que su tema se difunda por la mayoría de los medios de comunicación. Este modo no ha sido muy utilizado en Lezama (recordamos a “Niní” Codazza, Alicia Barletta y César Palacios) pero, si debemos ser sinceros, después de las “bancas abiertas”  mencionadas, Lezama sigue sin terminal (Codazza pidió la construcción de una) Barletta, hace unos días dijo que Racciatti la “ningunea”, así que no cambió mucho la relación entre ambos y el impuesto en el cementerio no varió mucho.
 
Banca Abierta:
Laura López
“Me encuentro aquí debido a la necesidad de comprender algunas cosas de las cuales espero ustedes me ayuden a obtener respuestas.
Durante muchos años, encontrándome lejos de Lezama, siempre he tenido la oportunidad de presentar a nuestra ciudad, mi ciudad, como una ciudad muy solidaria, acogedora y fundamentalmente muy hospitalaria, eso hace que mucha gente amiga de Buenos Aires quiera pasar por Lezama a conocerla. De ahí vienen las preguntas que espero me puedan responder. No sé que sociedad estamos construyendo, no sé donde quedó la ciudad hospitalaria, no sé si es necesario circular con un manifiesto encima que diga que somos ciudadanos de Lezama… estas preguntas tiene lugar a partir de hechos que me han acontecido...” dijo Laura López a modo de prólogo y comenzó a desarrollar, sin interrupciones la historia que la llevó hasta el recinto.
“Recientemente, previo a la conmemoración del Día de la Memoria,  mi hija de 20 años, residente en Lezama,  fue víctima de un hecho que yo califico de abuso de poder de parte de la Policía Comunal, porque se encontraba a las 5 de la tarde paseando con una patineta, con un chico, huésped nuestro, y luego de haberles pedido documentos y habiendo demostrado que es residente en Lezama, Independencia 106, frente a la comisaría se pidieron antecedentes penales de los chicos, que estaban sentados en el césped y luego, habiendo comprobado que no había motivos para demorarlos, les pidieron alejarse.” dijo la vecina lezamense, visiblemente disgustada por el “destrato” recibido por su hija y el amigo en la Plaza de la Autonomía.
“Los chicos se asustaron, volvieron a casa  y me lo contaron, eso motivó mi ira. Cruzo a hablar a la comisaria, lo expongo y como respuesta encuentro a dos jóvenes policías, de las nuevas camadas que llegaron a Lezama, diciendo que cumplieron con el ordenamiento. No lo pongo en duda, tienen todos los elementos de la ley para decir que pueden parar a las personas, identificarlas, pedir antecedentes penales y si no tienen nada dejarlos libres. Todo ese momento y en vísperas de un día particular me llevó a días atrás, donde no podíamos circular con libertad, y esto es muy grave.” Lo dijo en relación al 24 de marzo, día en que se conmemorá en nuestro país el golpe de estado de 1976.  Una comparación dura la que realizó la lezamemse. “No me gustó porque esto pasó en presencia de un huésped, que a su vez este verano tuvo de huéspedes a mis hijos en la costa y no pasó lo mismo, en una ciudad más grande y más complicada. Esto me hizo pensar que Lezama ya no es la ciudad solidaria que era. Cuando comenté este episodio con otras personas, me encuentro que otros también han sido objetos de cuestiones similares y siempre por parte de los nuevos efectivos, que no conocen la ciudad, ni a sus habitantes… no significa esto que tengamos que tener un tratamiento diferente de las otras personas que circulan por el territorio, pero este desconocimiento genera un vivir diferente al que estábamos habituados. Como madre me preocupa, porque recientemente hemos sabido también de situaciones en las cuáles estos nuevos efectivos en otras ciudades, con mucha ligereza sacan un arma y son jóvenes que tienen poco tiempo de formación y porque sin situaciones que se les pueden escapar de las manos. No me gustaría que a algunos de los chicos de mi ciudad les pasara algo así, porque simplemente se “abatató”  y corrió con su moto, o porque no tenía documento encima o quizás respondió mal… Esta es la preocupación de una ciudadana que eligió un lugar para vivir, un lugar tranquilo donde pienso pasar el resto de mi vida.”
Para finalizar con este tema, porque también se ocupó de otros, se refirió a la parte política de Lezama.
“Tengo la sensación desde hace 3 años y medio, de vivir en una permanente campaña electoral y tampoco me gusta, porque hay un tiempo para cada cosa, hay tiempo para gobernar, tiempo luego para proponerse nuevamente como sucedió hace un año y medio, cuando se renovó este Concejo parcialmente. No me gusta que determinados ciudadanos tengamos que cumplir con ciertas normas o requisitos, y es legítimo que así sea porque debe ser una ciudad ordenada, una ciudad donde se respetan las cosas, pero a su vez veo estacionar vehículos enormes que ocupan la calzada promocionando actividades públicas, cuando si un ciudadano estaciona al frente de su casa, quizá mal estacionado, o circula a exceso de velocidad, inmediatamente es penalizado me gustaría vivir en una ciudad donde el orden exista para mí, pero también exista para todos.”