Que haya un robo en Lezama, afortunadamente todavía llama la atención. Que haya tres y en el mismo lugar es, al menos, curioso.
El último robo al corralón de Majoba se produjo el lunes 16 cerca de las dos de la mañana y  fue esclarecido en menos de 48 horas, y la persona detenida también podría estar involucrada en los dos hechos anteriores.
“Advertidos por dos jóvenes de esta localidad, la policía se acerca al lugar y se encuentra que una persona de sexo masculino a bordo de un Ford Galaxy , se da a la fuga, se inicia una persecución, teniendo la mala suerte que el vehículo policial se funde, este sujeto se fugó y no se la puede encontrar.” Cuenta el jefe de la Comunal de Lezama, Subcomisario López.
“El mismo lunes, con personal policial me traslado a San Clemente, porque a través de averiguaciones pudimos establecer que esta persona estaría viviendo en esa ciudad. Estuve casi todo el día y la madrugada siguiente, pudimos dar con el auto y establecer quien es esta persona que, tiene antecedentes penales y ya estuvo detenido en otras oportunidades.” - Cuenta López - “Se hizo todo el relevamiento investigativo, se recopilaron todas las filmaciones de los peajes, donde se pudo determinar la pasada y la vuelta de este vehículo, con número de patente y demás datos, en base a todo esto se pidió una orden de allanamiento ayer (por el martes 17) la que fue extendida en horas de la tarde del mismo día. Nos trasladamos nuevamente a San Clemente para dar cumplimiento al allanamiento. Procedimos al secuestro del vehículo y algunos elementos que posteriormente fueron reconocidos por la gente de Majoba como sustraídos.” Relata el funcionario policial como se siguió toda la trama hasta dar con el malhechor. “Quedó establecido que esta persona fue responsable del último hecho, y estamos tratando de establecer con mayor información si es el responsable de los últimos dos hechos anteriores, creemos que sí, que estamos encausados sobre lo mismo y buscamos establecer si la persona ha tenido alguna información desde nuestra localidad, como para poder ingresar con la seguridad y comodidad como sabiendo que después del primer hecho no se había tomado ninguna medida de seguridad, ya sea alarmas o filmación. Lo que sí podemos asegurar es que esta persona de 50 años es el responsable del hecho, cuenta con un gran prontuario y antecedentes de hechos cometidos en lugares aledaños a esta ciudad.”
Para el Jefe de la Policía local, hay datos más que evidentes que involucran a este sujeto con el hecho anterior.
“Después de las averiguaciones que hicimos en San Clemente, también pudimos establcer que la soga que utilizó en el segundo hecho con la que desciende del techo, no es muy característica de estas localidades cercanas a la nuestra. Nosotros ya habíamos hecho un relevamiento en ferreterías de Chascomús, Castelli, Belgrano y Dolores, nos dijeron que no es común que esa soga se venda en ferreterías y de las averiguaciones pudimos establecer que a media cuadra de la casa de esta persona, en una ferretería, se vende este tipo de soga y tuvimos la suerte que el propietario del negocio también declarara y nos dijera que esta persona había comprado cierta cantidad de soga de ese tipo y bueno, fueron todos elementos que se fueron sumando y determinado que, más allá de la persecución, y que le personal pudo observar el dominio del vehículo, que era el responsable, porque al auto no estaba a nombre de él, y quedó establecida la responsabilidad.”
Preguntado sobre si esta información da por sentado que también tuvo que ver en el segundo robo, respondió:
“Si bien está establecido e imputado como autor del último hecho, a medida que vamos trabajando se van sumando elementos, así como también se agregan las filmaciones de pasadas de días por el peaje. Tuvimos la suerte de poder bajar filmaciones de muy buena calidad donde se ve al conductor, por la filmación de frente y detrás el dominio y el rodado.”
López reconoce que sin la ayuda de quienes vieron a esta persona salir de Majoba con cosas, en situación sospechosa, no podrían haber esclarecido este hecho.
“Tuvimos la suerte de que un vecino vio y avisó, sino no tendríamos nada. Esta persona vive a 200 kilómetros de Lezama  y, sumado el trabajo que le hemos puesto a todo esto, porque fuimos a trabajar a una localidad a 200 kilómetros, donde no tuvimos contacto con ningún otro policía, el trabajo lo hicimos a pulmón porque no queríamos perder ningún tipo de evidencias que pudiera hacer fracasar la investigación. No fue fácil, esta persona podría haber venido 20 veces más y si no teníamos ningún elemento no lo íbamos a esclarecer.”