Apenas seis meses después de su conformación la banda local Antisol va consolidándose y proyectando lo que viene. “Tenemos muchas ganas de salir a tocar”, dicen. Acaban de presentarse junto a otros grupos en el mismo escenario que Kapanga y el pasado domingo integraron el show musical “Lezama canta”, en el marco de los carnavales 2015.
Su primer contacto con el público fue el día de la primavera en el boulevard, rápidamente el público levantó el pulgar y les regaló el aplauso. La buena interpretación de variados covers – desde La oreja de Van Gogh, hasta Cacho Castaña o Beatles- se sumó a un detalle que no pudo pasar inadvertido: dos de sus integrantes tenían 9 y 12 años.
El profesor Cristian Rodríguez fue de algún modo el responsable de que todos los integrantes se encontraran.  “El año pasado, en el Cultural Center, vi talentos importantes  como Alexis Martinto en la batería y Emilce Bellísimo en canto”, cuenta. “Se me ocurrió en ese momento formar una agrupación que hiciera temas populares, lo llamé a Orlando Arias para que tocara el bajo y él estuvo dispuesto”.
Así surgió Antisol, una banda donde dos generaciones han logrado conectar y amalgamar su pasión por la música. “Ahora estamos en una etapa de contrataciones, de tener varios temas, de sonar mejor” – agrega Cristian-. “Las bandas por lo general necesitan bastante tiempo para formarse y sonar bien, y nosotros en poco tiempo hemos logrado un nivel bastante bueno”.

¿Cómo sienten la respuesta del público?
La gente nos alienta y nos escribe con muy buena onda por facebook, principalmente felicitan a los dos chicos por el gran talento que tienen, tenemos un gran apoyo de la gente. Hemos recibido contrataciones de Chascomús, invitaciones de Madariaga, Verónica y otros lugares.

¿A quién se le ocurrió el nombre?
Emilce: - Estábamos hablando con Cristian de cómo le íbamos a poner y es muy complicado ponerle nombre a la banda, primero se llamó Antipol, después Autónoma, y después les dije Antisol y les gustó, ahora ya nos vamos acostumbrando. 
Cristian: - Justo fue re loco tocar el día de la primavera y llamarse Antisol, casi un hecho de rebeldía. Ahora es re normal entre nosotros llamarnos Antisol y la gente ya se acostumbró. Es cuestión de patentar el nombre y que pase un tiempo.

¿Cómo eligen los temas que van a hacer o preparar?
E. B.: Es bastante complicado…porque a Orlando le gusta el rock, a mí el pop, Alexis no dice nada y a Cristian le gusta todo.
C. R.: Es una de las tareas más difíciles creo, en un momento cada uno quería hacer sus temas, con su estilo, pero de a poco vamos poniéndonos de acuerdo, ya tenemos un repertorio armado, y vamos incorporando nuevas canciones. 
O. A.: Lo ideal sería empezar a hacer temas propios.

¿Alguien se está animando a escribir o componer?
C. R: Todavía no, pero está en vísperas, es algo que estamos pensando y queremos hacer. Ahora estamos algo presionados por algunas fechas pero creo que cuando estemos más relajados vamos a juntarnos a armar un tema para sumar al repertorio. 

La música, bien de familia
Si es verdad aquello de que en la variedad está el gusto, hay que decir que a los Antisol les sobran vertientes musicales de donde nutrirse. Los gustos de cada uno son muy diversos,  del metal y el rock  que prefiere Orlando vamos al pop de Emilce, con melódicos como Abel Pintos. Alexis se amolda a todo y quizá a Cristian -como digno profesor- le toque la tarea de acercar posiciones. Entre otras cosas porque sus preferencias musicales abarcan un gran abanico de estilos y épocas.
“Me gusta el rock nacional – Serú, Charly, Spinetta -, el rock internacional – The Police, Queen, Pink Floyd-, me gusta la bossa nova, la música brasilera, el jazz, el folclore. Soy muy variado porque valoro la identidad musical de cada estilo, cada uno tiene su particularidad”, afirma.
En la familia Rodríguez la música y el canto han sido siempre lenguajes cotidianos. Su mamá canta, su papá compone y toca varios instrumentos, al igual que sus hermanos. La banda Misceláneas, que tuvo a los 17 años, reunió a los hermanos en guitarra, batería, y teclado. Cristian estudió en el conservatorio de música y actualmente ejerce como profesor de música en distintos niveles de la enseñanza.
Para Orlando Arias es similar, creció viendo a su papá tocar la guitarra y a su hermano aprender los acordes desde chicos. “Cuando quisimos formar una banda con mi hermano siempre algo faltaba y entonces agarré el bajo. En un momento toqué teclado y armónica, pero el bajo es lo que me gusta. Ahora estoy en la banda pero también tengo  otro grupo con mis amigos – Reptiloide-. El día que vino Kapanga estuve con las dos en el escenario”

* NOTA COMPLETA EN LA EDICION IMPRESA DE SEMANARIO EL ESPEJO DEL MIERCOLES 18 DE FEBRERO DE 2015.