Los caminos de la solidaridad son pequeños, pero al unir voluntades generan una fuerza que transforma. Esta comunidad sabe de esos gestos en los que cada granito de arena cuenta. Desde Cruz Azul hasta la Cuenta Solidaria y las iniciativas individuales se ha logrado colaborar con aquellos que lo necesitan, sin importan las circunstancias en que eso suceda. Quizá la colecta de tapas plásticas promovida por la Fundación Garrahan sea uno de los mejores ejemplos, por el impacto general sobre la sociedad argentina y por el enorme sentido de colaboración  que despertó entre los lezamenses, a través de la Cooperativa de Electricidad que ofició de sede de acopio.
Desde hace casi seis años todo el plástico recolectado se envía a la fundación y evidencia no sólo la voluntad de ayudar de los vecinos, sino la conciencia ecológica de reciclar y reutilizar materiales.
En esta oportunidad la cooperativa decidió que las tapitas reunidas serán entregadas a la familia Ferrari para que Tatiana, su hija de 7 años, pueda ser intervenida quirúrgicamente y se le coloque un botón gástrico que le permita alimentarse mejor. El nexo entre la entidad y la familia se produjo a través de una vecina de Lezama que tiene sus padres en Chascomús y están relacionados a los Ferrari.

Todos para uno
Durante el año 2012, en nuestra localidad, la cooperativa de servicios recolectó 196.550 tapitas de plástico, con un promedio de 16.379,17 tapas por mes. La recolección ha ido en aumento desde que se adhirió a la campaña en 2008. El fin es colaborar solidariamente para mejorar la salud de miles de niños y niñas que necesitan intervenciones quirúrgicas complejas. La fundación cumple un importante objetivo adicional ya que permite el reciclado de las tapitas de plástico. Con ese material se realiza el "Ekokit", compuesto por un balde, una palangana y una palita para levantar la basura.
No es la primera vez que la proveedora de servicios local colabora con familias que tienen un integrante a la espera de una operación. En septiembre de 2012 en la sede de la cooperativa de electricidad se entregaron 374.227 tapitas a la señora Cristina Taberna de la ciudad de Pila, mamá de Agustín, un niño que por entonces recibía un tratamiento en el Hospital Garrahan. Ese enorme número de tapas fue el producto de casi dos años de trabajo, representó un volumen tan importante que colmó un camión del municipio de la vecina localidad. El móvil trasladó las tapas y las entregó en un centro de acopio estipulado por la gente del centro sanitario.