El Higinio Aparicio lució como pocas veces se vio, no había un claro en las tribunas, mucho azul, mucho aliento. Ranchos también trajo su gente, que colmó la cabecera visitante.
La salida de los equipos fue memorable, encabezados por chicos del Lefu Infantil, a quienes seguía la terna arbitral, las dos escuadras salieron juntas y pasaron por donde una pelota esperaba en un atril, al estilo Superliga. Ninguna de las dos hinchadas se guardó nada, papeles, bengalas, pirotecnia, etc… Cabe destacar que el mayor arsenal lo tenía la parcialidad local. 
Emotivo recibimiento,  digno de una final.

El Partido
Al comienzo los dos equipos tardaron en acomodarse en la cancha que estaba muy blanda, y la pelota iba y venía sin que nadie se adueñara de ella. Lezama presentó una línea de cinco que daba proyección a los carrileros, pero Ranchos aprovechaba esa subida de los laterales e intentaba llegar por los costados, lo que logró varias veces pero en todas chocó contra Morales, el arquero que volvió a ser la figura del equipo de Villalba. Repasando las jugadas que pudieron ser gol, Lefu tuvo la primera, un centro llovido que dio en el travesaño, y después se vinieron las oportunidades de la visita. Oportunidad uno: desborde por la banda derecha, centro, despeje y desde la medialuna el remate fuerte que Morales desvió al córner. Oportunidad  dos: desborde por la izquierda, cambio de frente, el diez ranchero quedó mano a mano y Morales le tapó el disparo. Oportunidad tres: otra vez por la izquierda, el delantero visitante se la llevó con algo de fortuna, y cuando enfrentó al arquero… Sí, otra vez ganó Morales, el enorme “Loco” Morales, figura una vez más, que ya había acusado el dolor en la rodilla que lo terminó sacando del partido. La primera mitad se fue sin goles y con mucho desgaste físico.
En el segundo tiempo, hubo 40 minutos en donde no pasó nada, futbolísticamente hablando. Era el Lefu el que buscaba y Ranchos trataba de neutralizarlo en la mitad del campo de juego para salir rápido de contra, pero a ninguno de los dos le salió nada. Lezama se adueñaba de la pelota pero todos los ataques morían al borde del área de la visita y los intentos de Ranchos llegaban hasta tres cuartos y ahí cortaba el juego el Lefu. El hecho más destacado hasta allí, fue la lesión del arquero Alexis Morales por la que tuvo que abandonar  la cancha, y fue reemplazado por Alexis Papastabru.
Cuando ya todos empezaban a pispiar la salida, para tratar de salir primero ante la gran cantidad de gente que había, un centro al área de Ranchos, dio en la mano de un defensor  visitante y el árbitro dio penal para el Lefu, muy protestado por los jugadores de Atlético. Gastón Landa se hizo cargo y anotó el gol  para Lezama que le daba algo más de tranquilidad para la vuelta. Antes de sacar del medio, el árbitro levantó los dos brazos con las dos manos abiertas para mostrar los diez dedos, sí diez minutos de adición restaban, diez minutos para aguantar, porque Ranchos se iba a venir, y se vino nomás, pero no necesitó tanto tiempo, porque a los 47 atacó por la derecha, centro atrás y apareció expósito en la medialuna para mandarla contra el palo izquierdo del arquero local que no pudo hacer nada. Los pocos minutos restantes fueron de la visita pero sin mucha claridad, a esta altura las piernas ya no respondían y todos querían que se terminara el partido, y se terminó nomás, 1 a 1 y a definirlo en Ranchos el próximo domingo, hasta donde centenares de lezamenses viajaran  a  alentar al azul.
Como corolario de este comentario, debemos decir que pase lo que pase el domingo, si damos la vuelta mejor, el Lefu cumplió con mayúsculas las expectativas que había cuando llegó Villalba a la dirección técnica. Un plantel 99% lezamense, con muchos pibes, algunos  hasta tienen  edad de Cuarta División. Si la temporada termina con vuelta olímpica mejor, pero si no se da, todos estamos por demás agradecidos por semejante campaña.