¡Siempre más!

En el anteúltimo día del año 2014, con la ola de calor y las corridas típicas de fin de año, nos debatimos entre los planteos de cada cierre. Siempre hay una balance, más o menos exhaustivo, pero que de algún modo tiene que ver con evaluar situaciones y a nosotros mismos dentro de ese marco circunstancial.
Las corridas de las fiestas, prepararnos para viajar y reunirnos con familiares y amigos, los actos de finalización de actividad en lo escolar, político, institucional, comunitario hacen que todo parezca hundirnos y hacernos sentir que sólo somos piezas de un rompecabezas articulado.
En fin, somos protagonistas pero no podemos negar que integramos esta intrincada red que es la sociedad que constituimos, en la que tenemos tantas identidades y roles como espacios en los que nos desempeñamos.
A veces este ejercicio nos agobia de antemano, ver que la lista de lo anhelado es mayor que la de los logros puede ser negativo, pero sólo en la primera lectura. También es parte de nuestro análisis tener la inteligencia suficiente para entender lo macro, ver a la distancia, y comprender que es parte del aprendizaje ceder, postergar para una mejor oportunidad, barajar y dar de nuevo, esperar mejores condiciones, compartir, participar con otros. A veces hay recetas exitistas que nos ponen en una postura intransigente con nosotros mismos.  No es bueno seguirlas al pie de la letra si realmente el objetivo es más un sufrimiento que una satisfacción.
Nosotros, los que hacemos este semanario, vamos pasando por distintos estadios a lo largo del año. Con el peso de los 365 días de actividad también llegamos a media máquina a esta imaginaria línea de llegada…Pero ponemos siempre el ojo en el vaso medio lleno, porque somos de esos esperanzados compulsivos que no paran sólo realizando la crítica, sino para alistarse para la próxima largada. 
Sencillamente porque una saludable manera de desplazarse por esta vida que nos toca disfrutar, sufrir, proyectar es ir por más, siempre por más.
En esta etapa del año donde se cierran muchas cuestiones, es el momento de pensar en la apertura de otras. El momento favorece a la iniciativa de reflexionar sobre lo hecho hasta el momento y darse la posibilidad de vivir a pleno, todos y cada uno de nuestros días, teniendo en cuenta lo rápido que pasa el tiempo y lo finitos que somos dentro del universo.
El mensaje a cada uno de nuestros lectores es que logren encontrar la paz interior, de cada uno, para luego poder llegar hasta los demás con un mensaje genuino, que realmente intente mejorar las condiciones para una mejor sociedad.  Seamos capaces de ir siempre por más sueños, con mejores energías, sabiendo que muchas de las limitaciones están sólo en nuestra mente. Que en este año 2015 puedan superarse y disfrutar cada plano de sus vidas: el espíritu, la familia, el trabajo, la comunidad.  
¡Que sean muy felices! 
¡Excelente 2015 para todos nuestros lectores!