Es como una cirugía a cielo abierto, una prolongada intervención que estuvo postergada por años. Ahora, la tarea se demora y provoca trastornos. La Autovía 2, principal camino para llegar a la costa bonaerense desde la zona metropolitana, hace más de 9 meses que está en obra permanente para repavimentar más del 80% de los 400 kilómetros de recorrido.

Los primeros movimientos de asfalto comenzaron a fines de noviembre y el plan para reconstruir el trazado que usan tres millones de automovilistas y transportistas cada verano, tiene cuatro frentes de abordaje que completaron entre un 20 y un 60% de las tareas.

O sea: los obstáculos, dificultades y trastornos que hoy advierten los usuarios del servicio vial se extenderán por lo menos hasta fines de 2023, según las previsiones oficiales. Eso, si no asoman inconvenientes climáticos o financieros en el medio.

Las complicaciones son variadas y en algunos puntos del recorrido que va desde el kilómetro 57 (en Etcheverry, cerca de la capital bonaerense) hasta la entrada a la avenida Champagnat de Mar del Plata, representan un riesgo para los conductores.

Una recorrida que realizó Clarín esta semana detectó ausencia de demarcación horizontal en extensos tramos. Tanto la que marca la banquina como la divisoria de carril. En trayectos que pueden tener hasta 1.500 metros faltan banquinas. En otros, como están en obra la capa está levantada y el auto parece que se desliza sobre un ripio. Y además siguen las huellas que provoca el paso de vehículos de gran porte y cuando llueve se transforman en charcos peligrosos. 

En la oscuridad, esos trastornos se agudizan. Entre Dolores y Castelli -mano al AMBA- hay más de tres kilómetros sin capa de asfalto sobre la calzada. Cerca del kilómetro 61, ya en jurisdicción de La Plata, el camino está serruchado.

"Los kilómetros que están más deteriorados y resultan peligrosos son los que ya pasaron el proceso de "rasqueteado" para poner la capa de rodadura, que es lo que se está cambiando", explicó a Clarín un ingeniero que conoce detalles de los trabajos. Una de las empresas a cargo es de Mar del Plata. "Hay avances casi todas las semanas. Tienen dos campamentos enormes con los productos y muchas maquinas alquiladas laburando. En forma simultánea operan al menos cinco equipos viales en diferentes puntos de la ruta", aclaró.

El corredor vial Atlántico es administrado por la empresa estatal Aubasa. Son 800 kilómetros que derivan en los principales centros turísticos de la provincia. Todos los destinos de los partidos de la Costa, Pinamar, Villa Gesell, Mar Chiquita y Mar del Plata.

Desde el 1ro de agosto tiene nuevo cuadro tarifario: un viaje completo cuesta 1.800 pesos para el paso de un vehículo particular. Es casi 500% más que hace 13 meses. El valor estuvo tres años sin moverse por decisión del gobierno provincial.

La Autovía 2 tiene más de 25 años desde que fue inaugurada y sólo se repavimentó entre 2017 y 2019: aunque fue en el tramo desde el cruce con ruta 36 (Alpargatas, en Berazategui) hasta el puente de Etcheverry (en La Plata) y se hizo con recursos de la empresa. También se hicieron arreglos en varios sectores pero nunca levantaron el asfalto viejo para reemplazarlo por uno nuevo en el resto del recorrido.

En 2019, con la gestión de Axel Kicillof se congelaron por tres años las tarifas del peaje. La firma pasó de tener casi 1.000 millones de pesos de superávit (entonces unos 20 millones de dólares) a tener que recurrir al Tesoro provincial todos los meses para pagar más del 70% de los sueldos del plantel de empleados, como denunció el dirigente del sindicato del sector, Facundo Moyano.

Después de esa plancha sobre el precio del servicio, Kicillof autorizó modificaciones en julio y diciembre de 2022 y en marzo, junio y agosto de este año. Hoy cuesta 1.800 pesos recorrer esa traza vial.

Las obras implican más de 12 mil millones de pesos y son afrontadas con recursos de Aubasa y de Vialidad Provincial. "Esta obra es histórica porque se trata de la autovía más transitada del país. Va a beneficiar a toda la Costa Atlántica, pero fundamentalmente va a brindar mucha más seguridad vial. No hay que olvidar que estas intervenciones se dan por decisión política y el compromiso del gobernador para garantizar una mejor calidad de vida a las y los bonaerenses. Es necesario seguir invirtiendo en la Autovía 2", dijo a Clarín Hernán Y Zurieta, administrador de Vialidad.

La obra incluye retornos o vinculaciones entre calzadas; señalización horizontal; reconstrucción de barandas en el puente sobre el Río Samborombón; rehabilitación, mantenimiento rutinario e iluminación.

Los trabajos se realizarán en dos tramos que abarcan 146 kilómetros: del 57 hasta el 120, (partidos de La Plata, Brandsen y Chascomús); y desde el kilómetro 120 hasta el 203 (en Chascomús, Lezama, Castelli y Dolores).

En estos días, en el tramo 1 se realizan tareas de colocación de carpeta asfáltica en la calzada principal descendente y en la banquina externa. Además, se ejecuta el calce de banquinas externa de la calzada descendente y el sellado de fisuras, informó Vialidad. El porcentaje de avance es de 20 %.

En el segundo tramo continúan los trabajos de colocación de carpeta asfáltica en la calzada descendente. Hay un "frente de bacheos" que trabaja en carriles descendentes, cerca del kilómetro 164, en Castelli. También continúa ejecutando retomes en zona de trabajo.

Contempla tareas de señalización horizontal, mano ascendente y descendente, desde el kilómetro 120 al 137 y premarcación en calzada descendente desde el 192 al 180. El porcentaje de avance del tramo 2 alcanza el 31 %.

En el organismo estiman terminar hacia diciembre.

Los usuarios también denuncias problemas en los caminos hacia las ciudades del Partido de la Costa. "Está destruida la 63, que entiendo es la ruta vieja. Ahí también hay lugares donde está como comido el asfalto. Y entre el kilómetro 21 y el 26 derivan el tránsito a una sola mano porque están arreglando o se vino abajo un puente", le dijo a Clarín Mariana González, que viajó por las vacaciones de invierno. 

"Era necesario intervenir esta autopista porque es una de las más transitadas del país y su puesta en valor resulta fundamental para fomentar el desarrollo turístico de la Provincia", aseguraron fuentes del gobierno bonaerense.

Aunque el grueso de las obras se concentra en el tramo hasta Dolores, entre esta localidad y Mar del Plata también hay baches, huellas marcadas y zonas despintadas. 

Desde AUBASA dicen que están ejecutando obras de bacheo en la calzada entre los kilómetros 230 y 300. "Volcarán 14 mil toneladas de bacheo superficial con mezcla asfáltica en caliente y 2.300 metros cúbicos para bacheo profundo. Al 31 de julio el avance de las tareas es del 58%, con fecha de finalización fin de agosto de 2023", informó la empresa.

También hay trabajos entre los kilómetros 300 y 400 con 27.600 toneladas para tareas de superficie y 3.700 metros cúbicos para obra profunda, "con un avance del 60% y fecha de fin previsto hacia los últimos días de septiembre de 2023".

Hasta tanto, seguirán las piedras en el camino, las máquinas sobre la calzada y un consejo no escrito en los carteles: poner mucha atención en el manejo porque la Ruta 2.