Diez millones de vacunas contra el SARS-CoV2 llegaron al país desde que se inició la campaña nacional, el 29 de diciembre de 2020. De acuerdo a cifras oficiales, al 26 de abril del corriente año fueron aplicadas en las 24 jurisdicciones 8.039.793 dosis, de las cuales, el 38,3% corresponde a la Provincia. El porcentaje se condice, casi con exactitud, con la proporción de personas que residen en suelo bonaerense, un territorio que en sí mismo presenta realidades bien diferenciables entre lo que se conoce como “el Conurbano” y “el interior”. 

Y en el marco de la campaña de vacunación, estos dos polos no escapan a su constante oposición. A pesar de que las dosis son distribuidas de manera equitativa entre los 135 distritos, el plan de vacunación no avanza con la misma velocidad en cada uno de ellos. En la carrera por la inmunización, el interior lleva una considerable ventaja. Esto se debe, principalmente, a la cantidad de población con la que cuentan. 

Por ejemplo, hasta ahora, La Matanza ha vacunado casi al 10% de sus habitantes, mientras que Pila se acerca al 80% de su población inoculada. Claro, el gigante del Conurbano cuenta con más de dos millones de vecinos (de acuerdo a proyecciones elaboradas a 2020 por la Dirección de Estadísticas de la Provincia), mientras que el pequeño municipio de la Quinta sección tiene casi 4.000 habitantes a lo largo y ancho de su jurisdicción. 

Dentro de los cinco municipios que más han aplicado vacunas están, además de aquel comandado por Gustavo Walker, Alberti, Tordillo, Brandsen y Pellegrini. En tanto, los que menos han inmunizado son Presidente Perón, Merlo, Tigre y José C. Paz. 

Sin embargo, para calcular el porcentaje de vacunados, el Ministerio de Salud bonaerense tiene en cuenta la cantidad de inscriptos en el registro público, no así la población total. ¿Por qué? Primero, porque la vacunación no es obligatoria, y segundo, porque no todos los habitantes deben vacunarse, sino solo los mayores de 18 años. 

En este sentido, la campaña de promoción que haya llevado adelante cada municipio bonaerense en materia de vacunación resulta determinante en el número final. Según reconocieron a La Tecla desde las áreas sanitarias locales, no fue una tarea sencilla. Cuando llegaron al país las primeras dosis de Sputnik V había mucha desconfianza sobre su efectividad y los posibles efectos adversos. Por eso, el “puerta a puerta” se convirtió en una herramienta casi fundamental. 

“Le metimos mucho a la campaña de vacunación, fuimos campo por campo, llevando información a todos los vecinos. Por eso, ahora estamos liderando los índices. Ayudamos a la gente a anotarse”, señalaron a este medio desde uno de los distritos que encabezan el ranking. 

Cuántos inscriptos tiene cada distrito es una información que sólo tiene la cartera que conduce Daniel Gollan, y no es pública. Ni siquiera los intendentes saben a ciencia cierta cuántos de sus vecinos se han anotado, y, por supuesto, es una cuestión que critican con dureza. 

De acuerdo al último Boletín Epidemiológico de la Provincia, desde el 23 de diciembre de 2020 hasta el 26 de abril de 2021 se han registrado 6.324.339 personas, con un pico de registros diarios el 17 de febrero (127.602) y otro el día 22 de febrero (132.125). 

En una primera etapa de la campaña de vacunación, la población objetivo fue el personal de salud de los establecimientos públicos y privados, con prioridad de aquellos que trabajan en unidades de cuidados intensivos. En una segunda instancia se incorporaron las personas mayores de 70 años y los docentes con presencia de comorbilidades o mayores de 60 años, y a partir del día 21 de febrero, el personal de fuerzas de seguridad. 

Desde el inicio del plan de vacunación hasta el 26 de abril de 2021 se aplicaron 2.821.759 dosis de vacunas contra COVID-19 en la provincia de Buenos Aires. Del total, 2.552.032 pertenecen a la primera dosis y 269.727, a la segunda. 

En cuanto a las características de la población vacunada, la mayoría pertenece al grupo de edad de 70-79 años (807.173), seguido por la franja de 60-69 (724.968) y quienes tienen entre 80 y 89 años (330.981). 

Del total inmunizado, 2.470.025 son mayores de 60 años; 432.958, docentes y auxiliares; 394.935, personal de salud; 105.676, de seguridad, y 869.484, entre 18 y 59 años que forman parte del grupo de riesgo. Sin embargo, cabe aclarar que se alcanzó una cobertura del 94% de los trabajadores de salud con la primera dosis, respecto del total de inscriptos en el registro provincial. 

Actualmente son 489 los puntos de vacunación distribuidos en todo el territorio de la Provincia pero, de acuerdo a los datos oficiales, es en la Región VI donde mayor cantidad de personas se ha vacunado, con un total de 632.841. Esta zona comprende los municipios de Avellaneda, Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Quilmes y Lanús. Por el contrario, la Región III (Chacabuco, Florentino Ameghino, General Arenales, General Pinto, General Viamonte, Junín, Leandro N. Alem y Lincoln) es la que menos personas vacunó: 63.785. 

Las cifras, en este sentido, son relativas. Si bien el interior lleva una clara ventaja en cuanto a proporcionalidad de vacunados, los números enteros reflejan lo contrario. Pero es importante destacar, en este punto, que el AMBA (es decir, CABA más el Conurbano), tiene más de 15 millones de habitantes, un 37% del total del país. 

Pila
“Costó mucho convencer a los equipos que eran prioridad”

Del interior bonaerense, la Municipalidad de Pila es la que lleva la delantera en la vacunación a los grupos establecidos en el cronograma provincial. En diálogo con La Tecla, el secretario de Salud local, Sergio Payez, indicó: “A la fecha tenemos el setenta por ciento de la población vacunada, y eso habla a las claras de que los casos positivos en el pueblo están todos en sus domicilios, sin asistencia respiratoria, y muchos de los pacientes están sin necesidad de vacunación y su carga viral es muy baja”. “En Pila tenemos alrededor de 3.000 personas vacunadas”, reveló el funcionario municipal, y subrayó: “Al principio fue muy resistido y costó mucho convencer a los equipos que eran prioridad, pero fuimos haciendo todo de acuerdo a los protocolos que nos indicó el ministerio, y con la aprobación en la vacunación a adultos mayores hemos intensificado a estos grupos etarios”.