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16 de mayo de 2020

El coronavirus y los animales

Pamela Marruedo: Activista y Proteccionista por los derechos animales y ambientales

En el medio de una pandemia mundial como es el COVID 19, la sobrepoblación canina y felina vuelve a ser la más golpeada e invisibilizada por parte del Estado Nacional, Provincial y Municipal. Las ya escasas políti­cas de salud pública desde los municipios de la Provincia de Buenos Aires hoy​ son inexisten­tes, sometiendo así a los animales que se encuentran encerra­dos en los Zoonosis a la falta de atenci­ón veterinaria, lleg­ando a morir de las formas más crueles que podemos imaginarnos. El inmovilismo, la falta de empatía y la falta de voluntad política del Estado por velar​ por la sal­ud pública de la com­unidad lo podemos ver reflejado como una postal diaria en las calles de cualquier municipio del país, donde perras en ce­lo deambulan siendo lastimadas entre ani­males famélicos que caminan en busca de alimento en las zonas periféricas. Ante este panorama urgente y desolador, poco pueden hacer las vol­untarias proteccionistas en asistirl­os, ya que a la endé­mica desidia estatal y comunitaria se ha sumado la impotencia de la cuarentena en la que nos encontr­amos. En cuanto a la situa­ción local, hay pocas castraciones y faltan recursos humanos y materiales, partie­ndo de la base que no exi­sten veterinarios en planta permanente que puedan cubrir una guardia mínima para este tipo de situación, el Ajuste de los distintitos gobiernos en la Salud Pública se refleja también en los animales no humanos como perros y gatos, en los animales en situación de calle que están hace tiempo y que los voluntarios aliment­aban frecuentemente, más los abandonados que aparecen cada tanto y los que se encuentran en el Corralón Municipal. A todo esto debemos sumarle la crueldad a los galgos en nuestra localidad y la falta de cumplimiento de las ordenanzas municipales por parte del Ejecutivo, como la de TENENCIA Responsable y de Perros Peligrosos y el poco acompañamiento ante las denuncias reiteradas de vecinos por la violación a la ley 14.346 que contempla el maltrato animal. Defendamos las castraciones gratuitas, masivas, abarcativas, sistemáticas y sost­enidas en el tiempo como único método que controle la poblac­ión de la fauna urba­na y termine con el sufrimiento y la superpoblación animal, y que se implemente un programa inmediato ante esta emergenc­ia de contención, alimentación, asistenc­ia veterinaria y de adopciones en el Mun­icipio de Lezama y en la Provincia de Buenos Aires y en toda la República Arg­entina.En el medio de una pandemia mundial como es el COVID 19, la sobrepoblación canina y felina vuelve a ser la más golpeada e invisibilizada por parte del Estado Nacional, Provincial y Municipal. Las ya escasas políti­cas de salud pública desde los municipios de la Provincia de Buenos Aires hoy​ son inexisten­tes, sometiendo así a los animales que se encuentran encerra­dos en los Zoonosis a la falta de atenci­ón veterinaria, lleg­ando a morir de las formas más crueles que podemos imaginarnos. El inmovilismo, la falta de empatía y la falta de voluntad política del Estado por velar​ por la sal­ud pública de la com­unidad lo podemos ver reflejado como una postal diaria en las calles de cualquier municipio del país, donde perras en ce­lo deambulan siendo lastimadas entre ani­males famélicos que caminan en busca de alimento en las zonas periféricas. Ante este panorama urgente y desolador, poco pueden hacer las vol­untarias proteccionistas en asistirl­os, ya que a la endé­mica desidia estatal y comunitaria se ha sumado la impotencia de la cuarentena en la que nos encontr­amos. En cuanto a la situa­ción local, hay pocas castraciones y faltan recursos humanos y materiales, partie­ndo de la base que no exi­sten veterinarios en planta permanente que puedan cubrir una guardia mínima para este tipo de situación, el Ajuste de los distintitos gobiernos en la Salud Pública se refleja también en los animales no humanos como perros y gatos, en los animales en situación de calle que están hace tiempo y que los voluntarios aliment­aban frecuentemente, más los abandonados que aparecen cada tanto y los que se encuentran en el Corralón Municipal. A todo esto debemos sumarle la crueldad a los galgos en nuestra localidad y la falta de cumplimiento de las ordenanzas municipales por parte del Ejecutivo, como la de TENENCIA Responsable y de Perros Peligrosos y el poco acompañamiento ante las denuncias reiteradas de vecinos por la violación a la ley 14.346 que contempla el maltrato animal. Defendamos las castraciones gratuitas, masivas, abarcativas, sistemáticas y sost­enidas en el tiempo como único método que controle la poblac­ión de la fauna urba­na y termine con el sufrimiento y la superpoblación animal, y que se implemente un programa inmediato ante esta emergenc­ia de contención, alimentación, asistenc­ia veterinaria y de adopciones en el Mun­icipio de Lezama y en la Provincia de Buenos Aires y en toda la República Arg­entina.

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