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Despejado
6 de febrero de 2020
Esta edición 2020 tuvo lugar por segunda vez en las remodeladas instalaciones del Estadio Municipal y comenzó a las 18 con juegos y práctica de natación rotando por turnos en la pileta grande.
Organizar el campamento es parte de esa magia que tiene cada verano en Lezama. Es uno de los momentos más esperados por los niños, niñas y jóvenes que cada año participan de la Escuela Abierta de Verano y en los días previos no deja de ser tema de conversación en cada uno de los grupos.
Esta edición 2020 tuvo lugar por segunda vez en las remodeladas instalaciones del Estadio Municipal y comenzó a las 18 con juegos y práctica de natación rotando por turnos en la pileta grande. A las 22 el gran grupo compartió unas hamburguesas en la cena y a las 23 se inició el fogón, con asistencia de las familias.
Uno de los objetivos del fogón es poner en común lo realizado por los alumnos de las diferentes sedes, en representaciones artísticas, mensajes y trabajos grupales. Hubo canciones,coreografías, freestyle (rap improvisado) y la proyección de dos vídeos, uno realizado por los chicos y otro por el staff de profes.
A última hora del fogón la sede de inicial se retiró y los demás realizaron juegos nocturnos y pasaron la noche allí, disfrutando la experiencia de dormir en carpa hasta el otro día a las 9 y media.
“Cada año trabajamos mucho para que los protagonistas se lleven lindos recuerdos de la EAV–destacó el coordinador general Martín Saint Jean- y el campamento es algo que ellos esperan con mucha expectativa. Estamos felices de haber logrado que se diviertan, compartan actividades y disfruten de esta experiencia que se realiza siempre a modo de cierre de la temporada”
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